Esto no es casualidad, sino el resultado de un proceso científicamente estudiado que protege las propiedades organolépticas de las frutas.

El viaje hacia la congelación comienza con una selección cuidadosa de las frutas en su punto óptimo de madurez, cuando están más dulces y llenas de sabor. A partir de ahí, las frutas pasan por un proceso de congelación rápida, conocido como congelación instantánea o IQF (por sus siglas en inglés, Individual Quick Freezing). Este método congela cada pieza de fruta por separado a temperaturas muy bajas, lo que evita la formación de cristales de hielo grandes que podrían dañar la textura y el sabor.

El sabor de las frutas proviene de compuestos como los azúcares, ácidos y aromas volátiles. Durante el proceso de congelación, estos compuestos quedan "sellados" dentro de la fruta, preservando su perfil sensorial. A diferencia de otros métodos de conservación como el enlatado, la congelación no requiere el uso de aditivos ni altera significativamente la composición química de las frutas.

Uno de los mayores beneficios de las frutas congeladas es que te permiten disfrutar de sabores frescos sin importar la temporada. Mientras que las frutas frescas fuera de temporada pueden ser cosechadas antes de tiempo y perder sabor durante su transporte, las frutas congeladas son recolectadas y procesadas en su mejor momento, garantizando un sabor auténtico durante todo el año.

En Ultraorganics, garantizamos que nuestras frutas congeladas sean de la más alta calidad, seleccionadas cuidadosamente y congeladas con tecnología avanzada.